Bacarrá | La Libreta Roja

unamuno salamanca
Unamuno en Salamanca, tras su enfrentamiento con Millán Astray

Bajo la férrea aunque cariñosa supervisión de la Tía Maritxu, LuisMari aprovechó bien los dos años que pasó en el colegio de los Maristas de Bilbao. Junto con su inseparable Txelu terminó en su año el bachillerato y, recién cumplidos los diecisiete, viajó a Salamanca para enfrentarse al temido Examen de Estado. Sigue leyendo

Un leve sentimiento de vacío y alguna estupidez | La libreta roja

Luismari, Josu y su madre, Antonia.

Continúo con el repaso a la familia. Hoy toca el turno a la familia Olivares.

Luis Urbiola y su mujer María, abuelos de Luismari por vía materna, vivían en Lodosa.

Luis era grande y corpulento, muy velludo. Y calvo. Tenía una empresa de diligencias que cubría la línea Lodosa-Pamplona. En aquellos años ya existían las primeras líneas de autobuses, pero aún se mantenían los transportes de personas y mercancías por tracción animal. Y con una cierta prosperidad, a juzgar por el recuerdo de Luismari, que pasó al menos un verano en Lodosa con sus abuelos… aunque eso ya lo contaremos luego. Sigue leyendo

Bélgica ocupada 1940-44 | La libreta roja

Una vez ocupado el país, Bélgica fue administrada por un gobierno militar alemán, que solventó los costos de la ocupación friendo a impuestos el país: hasta dos tercios de los ingresos nacionales, según este artículo de Wikipedia.

La comida, el combustible y la ropa fueron estrictamente racionadas por las autoridades alemanas. Aún con el estricto racionamiento, la comida y otros materiales a los que los civiles tenían derecho no siempre estaban disponibles.

El recuerdo de Luismari de esta época no es especialmente amargo.  Sigue leyendo

Primeros recuerdos de Luismari

“Carbón cojonudo de Cardiff”, reza reza el cartel escrito con tiza en la puerta de una lonja, en la calle Mayor de Las Arenas. Apenas ha aprendido a leer, y con toda la fascinación de los niños por lo prohibido y el lenguaje escatológico, lo lee en voz baja cada día al pasar por delante de camino al colegio.

Mayo de 1937. El cinturón de hierro de Bilbao comienza a ceder. La Legión Cóndor ha bombardeado ya Durango y Gernika. Sigue leyendo

Lágrimas por la aristocracia

Mi tío Gino era un auténtico aristócrata. Un aristócrata de los de verdad, quiero decir, un miembro de la nobleza: Gino Almagiá Gairinger, viudo de doña Carmen Pérez del Pulgar y Muguiro, hija del marqués de Salar, grande de España y bla, bla bla… En realidad no era mi tío, sino el tío segundo de mi madre, primo carnal de mi abuelo. Pero en la familia todos le conocíamos como Tito Gino. Todo un personaje… Sigue leyendo

Por si acaso…

Planeta Santiago
La iglesia de Larrimbe llegó a ocupar un puesto importante en el planeta de mi infancia.

Alguna vez me ha dado por pensarlo, pero francamente no tengo ni idea de si mi madre era de verdad creyente, o se trataba solo de guardar las apariencias… por si acaso. Y digo por si acaso porque era hija de un judío italiano y una luterana sueca que, si no me equivoco, renunciaron a sus respectivas creencias para poder vivir como personas respetables en la España de Franco. Y eso no era ninguna broma en aquellos tiempos. Sigue leyendo

Julskinka, la navidad en mi familia

Por navidad, en mi familia se come jamón. Jamón sueco de navidad, julskinka (creo que se escribe asi). La costumbre, o más bien la tradición, viene ya de tres generaciones, y parece que va a seguir firme en la cuarta y siguientes. Mi abuela Brita Carlson, Mamabrita, la trajo desde Falun, en Suecia, donde es una tradición tan arraigada como en otros lugares el pavo o el besugo. Sigue leyendo