Bacarrá | La Libreta Roja

unamuno salamanca
Unamuno en Salamanca, tras su enfrentamiento con Millán Astray

Bajo la férrea aunque cariñosa supervisión de la Tía Maritxu, LuisMari aprovechó bien los dos años que pasó en el colegio de los Maristas de Bilbao. Junto con su inseparable Txelu terminó en su año el bachillerato y, recién cumplidos los diecisiete, viajó a Salamanca para enfrentarse al temido Examen de Estado. Sigue leyendo

Uno de los mejores veranos de su vida | La libreta roja

Bilbao, 1944

¿Qué recuerdos puede guardar un niño de trece años de los parientes que dejó de ver cuando tenía escasamente siete? Muy pocos, probablemente. Bien cultivados y amplificados por sus padres, con fotografías, anécdotas e historias. Pero muy pocos.

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Un leve sentimiento de vacío y alguna estupidez | La libreta roja

Luismari, Josu y su madre, Antonia.

Continúo con el repaso a la familia. Hoy toca el turno a la familia Olivares.

Luis Urbiola y su mujer María, abuelos de Luismari por vía materna, vivían en Lodosa.

Luis era grande y corpulento, muy velludo. Y calvo. Tenía una empresa de diligencias que cubría la línea Lodosa-Pamplona. En aquellos años ya existían las primeras líneas de autobuses, pero aún se mantenían los transportes de personas y mercancías por tracción animal. Y con una cierta prosperidad, a juzgar por el recuerdo de Luismari, que pasó al menos un verano en Lodosa con sus abuelos… aunque eso ya lo contaremos luego. Sigue leyendo

Un repaso a la familia | La libreta roja

Pablo ante el restaurante Lapatza

Hoy es 30 de junio de 2012, sábado. Un día caluroso pero no demasiado. La prima de riesgo sigue dando disgustos al país, Lady Gaga se desnuda y se confiesa bisexual, en México Peña Nieto se postula para ser el próximo presidente del país, entre otras emocionantes noticias.

Hoy es también mi quincuagésimo cumpleaños. Medio siglo, no está mal.

Había fantaseado con Sigue leyendo

Bélgica ocupada 1940-44 | La libreta roja

Una vez ocupado el país, Bélgica fue administrada por un gobierno militar alemán, que solventó los costos de la ocupación friendo a impuestos el país: hasta dos tercios de los ingresos nacionales, según este artículo de Wikipedia.

La comida, el combustible y la ropa fueron estrictamente racionadas por las autoridades alemanas. Aún con el estricto racionamiento, la comida y otros materiales a los que los civiles tenían derecho no siempre estaban disponibles.

El recuerdo de Luismari de esta época no es especialmente amargo.  Sigue leyendo