Una vez ocupado el país, Bélgica fue administrada por un gobierno militar alemán, que solventó los costos de la ocupación friendo a impuestos el país: hasta dos tercios de los ingresos nacionales, según este artículo de Wikipedia.
La comida, el combustible y la ropa fueron estrictamente racionadas por las autoridades alemanas. Aún con el estricto racionamiento, la comida y otros materiales a los que los civiles tenían derecho no siempre estaban disponibles.
El recuerdo de Luismari de esta época no es especialmente amargo. Sigue leyendo