El maestro Luis Carandell ya me enseñó hace tiempo que el santoral cristiano es una fuente inagotable de sorpresas e historias increíbles. Y hoy he tenido una nueva confirmación de ello. Esta mañana he pasado con mi hija junto a la iglesia de Saratxo, dedicada a San Nicolás de Bari.
–¿Y quién era ese?– me ha preguntado.
–Creo que un franciscano del renacimiento, o algo así. Mira a ver en en teléfono, en Wikipedia.
Sorpresa. No es del renacimiento, es del siglo IV. Y no es de Bari, Italia, sino de Myra, actualmente Turquía. Obispo, para más señas. Defensor de la ortodoxia de la fe en el concilio de Nicea. Patrono de los niños, marineros, personas acusadas injustamente… hasta aquí bien. Patrono también de los prestamistas. Y de las prostitutas. Mola.
Al parecer el bueno de Nicolás era de familia pudiente, pero al quedar huérfano donó todos sus bienes a los pobres y se fue a vivir a Myra, en Anatolia. Se metió cura, con tan buena fortuna que le nombraron obispo por casualidad: el anterior había muerto, y como los prohombres de la iglesia no se ponían de acuerdo sobre quién debía sucederle, decidieron que el primero que entrara en el templo sería el afortunado. Y fue Nicolás, claro.
Un buen día el santo se enteró de que tres hermanas querían casarse, pero su padre no tenía dinero para pagar la dote. Nicolás, que era humilde, quiso hacer el bien sin ser visto, así que se subió al tejado de la casa y deslizó unas cuantas monedas por la chimenea. Con tan buena fortuna que cayeron en unas medias de lana que las jóvenes habían puesto a secar junto al fuego. ¿Os suena? Pues sí, resulta que este tipo es San Nicolás, Santa Klaus, más tarde conocido como Papá Noel. El tipo gordito y sonriente vestido de rojo coca-cola que cada navidad podemos ver escalando por las fachadas de nuestras casas. Lo que es yo, si llego a saber todo esto, no le dejo pasar. Y no es que tenga nada contra las prostitutas. Pero no me fío de los banqueros. Y mucho menos de su patrón.
En fin, os dejo con un telediario del año de Maricastaña que he encontrado por Youtube. Presentado por Luis Carandell, por supuesto.