No se me había ocurrido que un trío de jazz podía encajar así de bien en un entorno tan rural y familiar como el valle de Bezi. Pero la verdad es que fue una auténtica delicia. El jueves pasado, uno de septiembre, Amaia y Joseba nos invitaron a unos cuantos amigos y familiares a una pequeña fiesta para celebrar los primeros cinco años de Pikatzaenea como casa rural (¡como casa torre ya ha cumplido casi 400!). Y como ambientación musical aprovecharon un programa de conciertos organizado por Enkarterri, y trajeron a Juan Ortiz Electric Trío, un combo clásico compuesto de piano eléctrico, bajo y batería. Al principio confieso que me resultó un poco surrealista, un trío de jazz sonando junro a un caserón del siglo XVII, entre campas y vacas. Pero no habían terminado la primera canción y ya me había conquistado la magia del momento. Dos o tres niños pequeños bailaban ante los músicos, unos cuantos señores mayores sentados en las sillas de plástico llevaban el ritmo con la pierna, los demás invitados charlaban animadamente mientras comían unos canapés… Y yo me sorprendía tarareando la melodía para mis adentros mientras miraba cómo cambiaban de color las majestuosas nubes al atardecer, y un caballo blanco pastaba tranquilo en una campa al otro lado del valle. Al cabo de un rato, tenía la sensación de haber recuperado,al menos por un momento, la armonía perdida.
Muchas gracias por invitarme, Amaia y Joseba, fue todo un placer; a ver si me acerco por allí un día de estos y charlamos. Y si alguien lee esto y no conoce Bezi, le recomiendo que se acerque a dar una vuelta, merece la pena.
Eskerrik asko Pablo por tu interes y amabilidad; para nosotros fue una tarde memorable acompañados por todos vosotros. Un fuerte abrazo Amaia y Joseba