CNN+, la cadena de noticias de PRISA, cierra como consecuencia de la fusión Cuatro-Telecirco (sic). 24 h., el canal de noticias de TVE, se queda solo. Supongo que tiene su lógica. ¿Para qué queremos tantas noticias, si todas son malas?
Gabilondo –el periodista, no el ministro– es una de las víctimas más notorias de este cierre.
Fue el monarca indiscutible de las mañanas radiofónicas. Cuando ya llevaba un tiempo en lo más alto intentó llevar la reflexión serena al prime time televisivo. No pudo o no supo hacerlo. O tal vez ya era demasiado tarde. No había salvación posible para un medio podrido de urgencia, de ruido y de furia.
Se refugió en CNN+, y libre de la tiranía de las audiencias pudo hacer durante unos meses lo que mejor sabe: mostrarnos la otra cara de la noticia. Con espíritu crítico e incisivo, pero con respeto. Con calma. Un gran programa de actualidad.
Esta mañana publicaba El Correo un artículo en la sección de televisión con todo el regusto amargo de una despedida. Casi de un obituario.
Me temo que con la retirada de Gabilondo perdemos un referente importante. Mal que nos pese, un hombre del siglo pasado. Irónicamente, un periodista que se especializó en examinar la actualidad sin prisa.