Iglesia del monasterio de Sobrado dos Monxes. Uno de los peregrinos, borracho o enajenado, increpaba a voces al rayo de luz que entraba por la ventana del fondo. Era un tipo sorprendentemente bien parecido. El otro dormía en un sitial tras el altar.
Iglesia del monasterio de Sobrado dos Monxes. Uno de los peregrinos, borracho o enajenado, increpaba a voces al rayo de luz que entraba por la ventana del fondo. Era un tipo sorprendentemente bien parecido. El otro dormía en un sitial tras el altar.