Camino del norte, cuarta jornada


Baamonde-Sobrado dos Monxes, 41 km. Desnivel máximo 300 m. Nos ha costado, pero aquí estamos doce horas después de la salida. Cansados pero enteros, y sin una sola ampolla :).
Ha sido una etapa larga, muy larga pero no por ello menos hermosa. Mucha gente la parte en dos y se queda en Miraz, a solo 16 km de Baamonde. Cuando hemos lllegado aun no eran las 11 y estábamos fuertes, así que nos hemos atrevido a seguir. De todas formas, Miraz, una pequeña aldea agrícola presidida por un impresionante Pazo que parece sacado de “los gozos y las sombras” merecía una visita.
El trayecto hasta Sobrado pasa luego por montes de granito, oscuras fragas de roble y helecho en las que parece que en cualquier momento te va a asaltar el bandido Fendetestas, e idílicas aldeas de casas de granito, tejados de pizarra y ventanas blancas de pvc. Las vacas mastican con parsimonia mientras ven pasar a los peregrinos, y pequeños perros ratoneros les salen al paso desde los cobertizos para herramientas ladrando con voz de pito.
Lo primero que se ve al arribar a Sobrado son las Torres del monasterio en el que se ubica el albergue. Es un impresionante edificio que alterna rasgos barrocos y neoclásicos, casi totalmente ocupado en agosto por los peregrinos. Llegamos pasadas ya las siete y no quedaban ya camas, solo sitio para extender una esterilla y un saco de dormir; preferimos pagar una habitación en el hotel de dos estrellas al otro lado de la plaza. La experiencia de acostarnos de nuevo en una cama con sabanas hace que nos planteemos si podremos levantarnos de madrugada para iniciar una nueva etapa. Como suele decirse, mañana será otro dia.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s